Antes de invertir tiempo y recursos, es fundamental validar tu idea de negocio. Validar no significa tener razón, sino preguntarse: ¿Existe un problema real que estoy resolviendo? ¿Hay personas dispuestas a pagar por mi solución?
Paso 1: Entiende el problema
¿Qué necesidad atiendes? ¿Qué dolor resuelves? ¿Es urgente, frecuente, costoso?
Paso 2: Define tu cliente ideal
Crea un perfil: edad, intereses, hábitos, lenguaje, dónde se informa, cómo toma decisiones.
Paso 3: Formula tu propuesta de valor
En una frase, explica qué haces, para quién y qué beneficio único ofreces.
Paso 4: Realiza entrevistas exploratorias
Conversa con personas reales, sin vender. Escucha sus experiencias y reacciones.
Paso 5: Lanza un test mínimo
Puede ser una landing page, una publicación, una encuesta, un prototipo. Mide interés y comportamiento.
Paso 6: Analiza resultados
¿Hubo interacción? ¿Te contactaron? ¿Mostraron disposición de pago?
Paso 7: Ajusta o reformula
Validar no siempre significa confirmar. A veces se reformula, se nichifica o se descarta con honestidad.
Herramientas útiles
– Typeform (encuestas interactivas)
– Google Forms
– Instapage / Carrd (landings rápidas)
– MVP con productos simulados (mockups, pedidos ficticios)
Conclusión
Validar es investigar, no imaginar. Las grandes ideas no nacen de la intuición, sino del diálogo con quienes realmente las necesitan.
“Una idea sin validación es solo una suposición con ego.”